El nuevo Richard Mille RM 88 Automatic Tourbillon Smiley, con su estética tridimensional y su espléndido colorido, es un creación lúdicamente colorida y vibrante, limitada a 50 relojes. Esta majestuosa obra maestra de pura Good Vibration destila el lenguaje universal de la sonrisa. El Smiley, dibujado por Franklin Loufrani hace poco más de 50 años, se ha convertido en un emblema de la cultura pop que vive hoy en día en la conciencia colectiva.

La corona del RM 88 Tourbillon Automático, con la figura de Smiley.

La carita amarilla apareció por primera vez en 1972 en las páginas del periódico francés France Soir y rápidamente se hizo viral, pues el Smiley transmite una energía positiva que contagia.

El RM 88 Tourbillon Automático Smiley es un guardatiempos altamente técnico y creativo cuyo desarrollo llevó tres años. Cada uno de sus elementos decorativos son alegres emanaciones del mundo de Smiley: una flor floreciente, los cálidos rayos del sol, una deliciosa piña, un cactus creciente, un flamenco rosa, un arco iris de vivos colores, y, claro, no podía faltar un coctel festivo para saborear en conjunto esta escena pop neón de alta relojería.

La pieza es testigo de una sucesión de retos técnicos y estéticos que se superaron con éxito. Las dimensiones y el peso de las micro esculturas de oro realizados por el grabador Olivier Kuhn requerían un cuidado especial, ya que las piezas ensambladas, que pesan menos de un gramo cada una, deben resistir todo tipo de golpes.

Las micro esculturas de oro fueron elaboradas por el grabador Olivier Kuhn.

A continuación, fue necesario determinar cómo colocar los objetos en el espacio tridimensional que rodea a Smiley, el motivo central, no sólo para maximizar su efecto, sino también para facilitar su inserción por parte del relojero. La solución fue dotar al RM 88 de dos placas: una técnica, para soportar el movimiento, y otra auxiliar, para fijar la ornamentación en el lado izquierdo de la esfera. Montada posteriormente en el movimiento, esta segunda placa sirve para presentar los objetos en un plano inclinado para conseguir un mayor efecto volumétrico.

El segundo reto al que se enfrentó fue la concepción de un movimiento que dejara suficiente espacio libre para que lucieran los múltiples protagonistas de esta escena con un impacto óptimo, como merece el nivel de acabado del que están dotados.

En el plano mecánico, el reloj está equipado con el nuevo calibre CRMT7, un movimiento tourbillon automático esqueletado con indicación de horas, minutos y funciones. Los puentes del diseño, fabricados en titanio de grado 5, están revestidos con un complejo revestimiento doble PVD en negro y oro, un acabado que también aparece en el reverso de la placa base. En el exterior, la corona lleva el emblemático icono Smiley y la correa de la caja aparece en oro rojo.

Cada minuto, el segundero figurativo alterna entre la lluvia y el buen tiempo, deslizándose sobre la nube ARCAP® fijada al Tourbillon y ocultándose bajo una pequeña nube de oro blanco microgranallado y satinado de la que emerge al pie de un alegre arco iris diseñado en cuatro tipos de oro diferentes, cuya alternancia entre acabados microgranallados y estirados requirió 25 horas de mano de obra.

No se escatimó ningún esfuerzo en el acabado, hasta el más mínimo detalle de cada elemento de esta composición. La copa de cóctel es un conjunto de cuatro piezas, todas elaboradas en oro. El paraguas, la aceituna (de 1,7 mm de altura), el popote acanalado de 0,4 mm de diámetro —todo ello pulido— y la propia copa, cuya base está microplateada para transmitir su frescura, pesan en total sólo 0,4 g.

La flor de oro que hay sobre ella está engastada en oro. La flor de oro que tiene encima está pulida a espejo, sus pétalos están cepillados y rodiados. El flamenco rosa, que pesa 0,2 g de oro rojo, también se somete a múltiples procesos: sus alas se pulieron y sus plumas se trazaron con la punta de una piedra de afilar Dégussit; su ojo se realizó con la herramienta de abalorios más pequeña que existe; su pedestal se sometió a un microchapado y la parte que representa la hierba y el agua se pulió. El componente recibió un revestimiento de PVD rosa metálico antes de que el pico se pintara de negro con un pincel.

Semejante esplendor cromático y escenográfico, tanto en la parte frontal como en la parte trasera, merecía un engaste que hiciera justicia a la composición. La caja es de cerámica blanca ATZ —conocida por su resistencia al rayado, los golpes y la abrasión, así como por su eterna blancura— mientras que para la correa se ha empleado oro rojo. La corona lleva el precioso Smiley esculpido en oro amarillo.

Una respuesta a “Con ustedes, el Richard Mille RM 88 Automatic Tourbillon Smiley, un reloj de 1.2 millones de dólares”

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