Cuando te conviertes en papá, es natural tu ignorancia sobre el papel específico que debes desempeñar en la crianza de tus hijos. Es algo que debes descubrir sobre la marcha.
Los estereotipos de ser básicamente el proveedor en la familia seguirán ahí por mucho tiempo, pero sirve saber que, hoy en día, los roles en las familias se están reconceptualizando y el padre es elemento clave en la formación de vínculos afectivos y emotivos dentro de ellas, o simplemente para con sus hijos.
A lo largo del tiempo, el rol de los hombres en la familia se ha visto ligado al sustento económico, pero así como las mujeres también están rompiendo paradigmas, al estar en áreas en las que antes no estaban presentes, están definiendo la paternidad y la forma en la que la ejercen.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe), algunas maneras de actuar del hombre mientras cuida y participa en la crianza de niñas y niños pequeños favorecen especialmente su crecimiento. Ellos pueden apoyar el desarrollo de cuatro competencias o habilidades básicas:
Cuidado y protección infantil
Es fundamental priorizar el bienestar y el desarrollo integral de los más pequeños de la casa. Brindarles los cuidados adecuados en relación a su salud, alimentación, higiene y protección es una responsabilidad que como adultos debemos asumir con compromiso y dedicación.
La salud de los niños es primordial, por lo que se debe garantizar visitas regulares al pediatra, seguir las vacunaciones indicadas y contar con un entorno limpio y seguro. Asimismo, una buena alimentación es esencial para su crecimiento y desarrollo. Debemos ofrecerles una dieta equilibrada y variada, incluidos alimentos frescos, frutas, verduras y proteínas de calidad.
La higiene y el autocuidado también desempeñan un papel fundamental en el bienestar de los niños. Enseñarles desde temprana edad la importancia de lavarse las manos, cepillarse los dientes y mantener una buena higiene personal, contribuirá a su salud y les ayudará a adquirir hábitos saludables a lo largo de su vida.
Además de estas necesidades básicas, es vital proporcionarles un entorno seguro y protegido. Esto implica asegurar que tengan un lugar tranquilo y libre de peligros para jugar y explorar, así como establecer límites claros y brindarles el apoyo emocional necesario para su desarrollo integral.
Estimulación del desarrollo personal y social infantil
Promover el desarrollo afectivo de la niña y el niño es de vital importancia para lograr su autonomía y propiciar de manera efectiva su interacción con el entorno social. Los primeros años de vida son fundamentales en el desarrollo emocional de los infantes, ya que es en este periodo donde se establecen los cimientos para un adecuado crecimiento personal y social.
Durante esta etapa, es esencial brindar un entorno afectivo y seguro para que los niños y niñas puedan explorar, experimentar y aprender de manera activa. Estos primeros vínculos afectivos con los padres y cuidadores son fundamentales para su bienestar emocional, incrementando la confianza en sí mismos y fomentando una autoestima positiva.
Asimismo, es necesario estimular y fomentar el desarrollo de habilidades sociales desde edades tempranas. A través de juegos y actividades lúdicas, los niños pueden aprender a comunicarse, compartir, resolver conflictos de manera pacífica y establecer relaciones saludables con sus pares. Esto les permitirá desenvolverse de manera exitosa en diferentes entornos sociales a lo largo de su vida.
Una adecuada educación emocional es también primordial en el proceso de desarrollo afectivo de los niños. Enseñarles a identificar y expresar sus emociones de manera saludable, así como a comprender las emociones de los demás, les ayudará a establecer relaciones sólidas y empáticas con el mundo que les rodea.
Estimulación del lenguaje y comunicación infantil
Sin duda alguna, el fomento y la promoción del desarrollo de distintos lenguajes y formas de comunicación y representación es de vital importancia en nuestra sociedad actual. Estas diversas expresiones lingüísticas y culturales permiten a nuestros hijos sumergirse en la riqueza y la diversidad que caracteriza a nuestro mundo.
En un mundo globalizado, donde las barreras geográficas se desvanecen cada vez más, el dominio de diferentes idiomas y la capacidad de comunicarse eficazmente en ellos se ha vuelto cada vez más valioso. Además, el aprendizaje de nuevos idiomas nos brinda la oportunidad de ampliar nuestro conocimiento y nuestra percepción del mundo, ya que cada idioma nos ofrece una ventana única a una cultura rica y diversa.
Además de los idiomas, también existen numerosas formas de comunicación y representación que enriquecen nuestra sociedad. Desde la escritura y la literatura, hasta el arte visual y las diversas formas de expresión artística, cada una de estas manifestaciones contribuye a la construcción de un entorno culturalmente enriquecedor.
Estimulación de la exploración y conocimiento del entorno
Aprovechar las actividades cotidianas para que niñas y niños exploren su entorno y lo que les rodea es fundamental para su desarrollo integral. Mediante estas experiencias, podrán desarrollar habilidades numéricas y clasificatorias que les serán de gran utilidad a lo largo de su vida.
Cuando les permitimos participar en actividades simples como contar objetos, distinguir colores, clasificar formas y organizar elementos, les estamos brindando la oportunidad de aprender de manera divertida y significativa. Esto les ayuda a fortalecer su capacidad de observación, razonamiento lógico y resolución de problemas, habilidades que les serán útiles tanto en la escuela como en su vida diaria.
Además, al fomentar el aprendizaje a través del entorno, les brindamos la posibilidad de descubrir nuevas formas de ver el mundo que les rodea. Pueden explorar los números y las formas en la naturaleza, en los juegos, en la cocina e incluso en situaciones cotidianas como ir de compras. Esta combinación de diversión y aprendizaje les ayuda a retener mejor la información y a disfrutar del proceso de descubrimiento.
Esta reflexión surgió al enterarme de YoYo, la plataforma que busca construir una comunidad con conciencia para dar una segunda vida a las prendas, accesorios y juguetes para pequeños, pues siento que la responsabilidad afectiva y la formación de valores familiares, como lo es tomar conciencia sobre la preservación de las prendas de vestir o juguetes, es algo con lo que muchos crecemos en nuestras familias. Al procurar estos hábitos o traiciones fomentamos la empatía en nuestros hijos.

Retomando lo que dije anteriormente, sin temor a ser estigmatizados, cada vez más padres se comprometen e implican con la crianza de sus hijos, formando con ello vínculos más afectivos y emocionales que además, pueden transmitirse hacia objetos de uso común en el hogar, y así entender que algo que parece ser un artefacto de un solo uso –como un juguete o una prenda– puede alargar su utilidad y guiar hacia momentos de alegría a otras familias.
YoYo inspira a que la paternidad responsable también incluya una enseñanza sobre el impacto que generan los hábitos de consumo y con ello seguir ampliando la comunidad de personas con consciencia planetaria






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