Hay que reconocerlo, todos tendemos tendencia a regarla. Sin embargo, es lo que hacemos tras cometer un error lo que define nuestro carácter. Siendo alguien que tiene un amplio currículum de regadas, les comparto algunos consejos:

Acepta la culpa. Aún cuando no sea completamente tuya, un caballero toma la responsabilidad y la peor parte de las consecuencias. Esto es particularmente cierto cuando estás a cargo de un equipo. Si lo haces bien, quien sea que esté molesto por este error, va a terminar tratando de convencerte de que seguramente el responsable debió haber sido otra persona.

No te claves. La gente tiende a paralizarse cuando la riega y eso le impide tener una capacidad de reacción para poder arreglarlo. Evita esa actitud a toda costa. Actúa con rapidez y determinación. Recuerda, cualquier acción errónea es mejor que no tener ninguna reacción.

Entiende que siempre van a existir los rumores. Especialmente si has tenido algún éxito reciente en algo, habrá personas que estén dispuestas a bajarte de ese pedestal por la manera en que la regaste Mantén tu mirada al frente e ignóralos. De verdad, la siguiente vez que demuestres buenos resultados van a ser los primeros en lamerte las botas.

Siempre anota nombres. Es sólo una cuestión de tiempo para que vuelvas a estar en la cima. Incluso si has seguido adelante y no has tenido cabeza para un contraataque, sienta un precedente. Ten paciencia.

Asócialo con algo positivo. Vas a tener que recordar esto para no darte el lujo de sentirte mal cuando suceda algo parecido. En lugar de concentrarte en el lado negativo, es mejor que lo consideres como una lección de donde aprendiste algo valioso. Tal vez hiciste algo que te costó mucho trabajo para recuperarte. Eso es lo que no debes olvidar.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Tendencias