Bluey es una caricatura excepcional dirigida tanto a niños como a papás, con un montón de chistes para ambos —que levante la mano quienes no sean fans de Bandit, el papá de la familia perruna. Las serie animada es una apología inteligente, sincera y divertida a la infancia —la de nuestros hijos y la nuestra— y a la dinámica del juego entre padres e hijos.

Para rendir homenaje a la familia más popular de Australia, Cosas de Papá recopila una lista de los mejores episodios de sus tres temporadas. Obvio, cualquier comentario y acalorada polémica son bienvenidos.

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8. Bob Bilby

Cuando las niñas llevan a su mascota de la escuela, Bob Bilby, a casa para pasar el fin de semana, se espera que lo entretengan. En lugar de eso, le enseñan repetidamente sus pantallas. La adicción a la tecnología y la exposición a pantallas es un tema polémico entre las familias, y este ingenioso episodio ofrece una lección conmovedora en lugar de un sermón exagerado.

7. Escape

Un viaje en auto que se convierte en una apología al poder de la imaginación y a lo que una familia debería ser: un equipo. Chili y Bandit comienzan al plantear la idea de una aventura que consiste en escapar de Bluey y Bingo. Cada una de las parejas va respondiendo ideas, todo al ritmo de una animación que pareciera plasmada en papel. El momento más hilarante: la casa móvil de ensueño.

6. Dance Mode

Algunos episodios de Bluey pueden asustar a los papás porque representan un nuevo estándar que los niños esperarán en sus propias vidas. 

Dance Mode va un paso más allá al condicionar a los niños para que esperen que sus padres bailen en público cuando se los ordenen, algo que tanto Chilli como Bandit parecen disfrutar sin empacho alguno. En cualquier caso, este episodio sobre cómo a veces decimos que sí cuando en realidad queremos decir que no, incorpora mucha humillación pública a lo largo del mismo hasta llegar a una conclusión triunfal. También incluye a un músico callejero que no toca música de Leonard Cohen.

5. Camping

Bluey conoce a Jean-Luc, un viajero francófono, durante una excursión familiar de campamento, y la barrera del idioma no les impide entablar una fuerte amistad hasta que él se marcha abruptamente sin decírselo a ella —y no, no estoy llorando, tú estás llorando.

Es una lección sencilla y bella sobre cómo aceptar la alegría cuando llega a nuestras vidas, incluso si —alerta de spoiler— la adolescente Bluey y el adolescente Jean-Luc se reencuentran años después y él entonces habla inglés.

4. Octopus

Bandit, bien sabemos, es el proverbial «padre divertido». Su voluntad de lanzarse a elaborados juegos con sus hijos parece una aspiración a los padres del mundo real que son enérgicos, extrovertidos y llenos de bromas. En este episodio nos damos cuenta de que no todos los padres pueden alternar fácilmente entre la seriedad de la edad adulta y el caos de los momentos de juego. Más de una papá se sentirá identificado en este episodio.

Jugar con tus hijos es un punto de entrada a sus vidas emocionales. Es crucial, pero también extrañamente difícil para quienes somos más introvertidos, pero también es un recordatorio que incluso esos papás pueden lograr grandes conexiones con sus hijos a la hora del juego.

3. Takeaway

Este episodio es digno de un Oscar —y no exagero—. Una simple espera de cinco minutos afuera de un restaurante oriental en espera de la comida para llevar desata una caótica reacción en cadena de acontecimientos que incluye charcos sucios, ir a hacer pipí en el arbusto y una cena completamente destruida.

Es divertidísimo y muy cercano, pero es el final de las galletas de la suerte sobre cómo apreciar la infancia es lo que eleva este episodio a otro nivel.

2. Baby Race

O ese donde sale Bluey cuando era una bebé. Chilli recuerda sus preocupaciones de madre primeriza cuando su bebé Bluey se queda rezagado con respecto a otros niños de su grupo de madres y bebés, a pesar de la determinación de Chilli por conseguir que Bluey camine. Este episodio es a la vez sabio e hilarante, desde un pediatra condescendiente que desprecia las preocupaciones de Chilli hasta la madre de Bandit que decide poner aceite en las rodillas de Bluey para obligarla a caminar (Bandit: «¡Esto ya no es legal!»).

1. Sleepytime

Léanlo bien: la humanidad utilizará este episodio de Bluey en el futuro para determinar si alguien es o no un replicante. Aquellos que no estén conteniendo las lágrimas cuando Bingo le diga al Sol que tiene que irse porque ya es una niña grande, se enfrentará al rigor de los Blade Runners.

El capítulo, casi libre de diálogos, es una meditación encantadora y reflexiva sobre las personas en la órbita de nuestra familia. Bingo y su conejo de juguete, Floppy, viajan a la deriva por el sistema solar, mientras Bandit y Chilli pasan una noche de sueño interrumpido con la que todo padre de un niño pequeño está familiarizado.

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2 respuestas a “Los 8 mejores episodios de Bluey según Cosas de papá”

  1. […] de ese país, transmitida por Disney+ y de la que en esta página somos fans —incluso tenemos nuestros episodios consentidos. Trata sobre la vida doméstica de la cachorra protagonista, una heeler o pastor australiana azul […]

  2. […] Bluey es sin duda la caricatura infantil más popular de la televisión en todo el mundo —a menos que alguien tenga otros datos XD. La serie de animación australiana sobre una familia de perros Blue Heeler saltó a la fama en 2020, y su audiencia no ha dejado de crecer. Con más episodios en el futuro, y la Blueymanía alcanzando nuevas alturas, parece el momento perfecto para expandirse a proyectos más grandes. […]

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