Louis Erard no tiene miedo a nada y lo demuestra abandonando su modelo Excellence Petite Seconde para permitir un atropello del maestro de la apropiación, el parisino seconde/seconde/, en plena noche de Día de Muertos.
La Petite Seconde Louis Erard —alias Louis «Horror»— x seconde/seconde/, es la muestra perfecta de que la alta relojería no necesita tomarse demasiado en serio. ¡Qué horror! Esta es la segunda vez que los caminos de estos dos independientes se cruzan. Esta colaboración irónica es cada vez peor: el primer encuentro de 2021 dio lugar a «Louis Error»; esta segunda colaboración tiene un toque fantasmal y un espíritu aún más llamativo.
¿Qué podría ser este lúdico guardatiempos? Un caramelo robado de la bolsa de dulces del día de Halloween, quizás. Detengámonos un segundo, porque el modelo Louis Erard Petite Seconde ha cambiado de dimensión.
El esqueleto parecía perfecto para la macabra celebración, pero la referencia era demasiado horológica y demasiado convencional para el iconoclasta diseñador de seconde/seconde/. Se trata, pues, de un ectoplasma pixelado que fue invitado a engullir el segundero y que gira ahora y hasta el fin de los tiempos en su subesfera redonda. Se ha dejado un toque sangriento en la etiqueta, en la forma y en el fondo: Erard = Horror.
Todo lo demás es muy serio. Porque no hay nada más serio en la realidad que la apropiación. Sobre todo cuando se trata de relojes firmados por Louis Erard. Sobre todo cuando se trata de torturar su clásico modelo Petite Seconde, una de las tres caras de su tríptico Excellence. Porque bajo el manto del terror brilla un reloj suizo de la más alta artesanía: calibre automático Sellita SW261-1, caja de acero 316 L, esfera plateada opalina con zona circular satinada, contador de caracol a las 6 con zona de diamante, agujas de abeto de la firma, índices de antracita brillante.
Las intervenciones de seconde/seconde/ son en sí mismas realizaciones engañosas. seconde/seconde/, alias Romaric André, ha hecho de sus apropiaciones pop su marca de fábrica y bajo el aspecto lúdico se esconde una atención muy real al detalle y a la calidad de ejecución.
Así, Louis Erard prosigue su labor de apertura de la alta relojería en la pequeña boutique de los horrores. Clásico en su realización, pero contemporáneo en sus referencias y en su modo de funcionamiento, recordando una vez más el poder de compartir y colaborar. Su singular manera de hacer accesible el reloj único y creativo, no sólo en términos de precio, sino también en términos de cultura, haciéndolo lo más popular posible, en el noble sentido del término.
La Petite Seconde Louis Horror x seconde/seconde/ se produce en una edición limitada de 178 piezas, un número simbólico: juntos siempre somos más fuertes, que se ofrece a menos de 2.000 francos suizos.
Cosas de papá 
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