No es un secreto que los teléfonos inteligentes han transformado muchos de nuestros hábitos cotidianos, ya sea para bien o para mal. Uno muy específico es el de nuestra visita obligada al W.C.
Es muy probable que hayas visto publicados varios artículos referentes a este tema, siendo algunos más alarmantes que otros. De hecho, lo más seguro es que pertenezcas al 90% de las personas que, según estudios, no pueden ir sin la compañía de su smartphone al baño.
Una encuesta hecha en el Reino Unido dice que los hombres pasan alrededor de 7 horas al año ocultándose de sus familias. La encuesta, realizada por Pebble Gray, un experto en baños, reveló que los hombres se retiraban al baño para mirar sus teléfonos, y 45% de ellos comentó que rara vez tiene tiempo para hacerlo.

Refiriéndonos específicamente a quienes somos padres, es un hecho ineludible que la crianza de los hijos, absorbe mucho tiempo, y el trabajo –no importa si lo haces en oficina o desde casa–, conlleva otra cuota importante del mismo.
Es obvio que nadie quiere pertenecer a la media de un estudio que lo tache de eludir sus responsabilidades o que lo ponga en evidencia de lo que hace sentado en el inodoro. Pero es muy cierto que todas las personas necesitamos encontrar cierto espacio para nosotros.
El hecho es que, si ya estamos recurriendo a esta práctica, ¿por qué no sacarle provecho?
En lugar de estar dándole Like a los memes de tu feed de Facebook, ¿por qué no optar por dedicar esos minutos a la lectura?
Verás, conforme estás leyendo esto, tu cerebro decodifica una serie de símbolos abstractos que derivan en ideas complejas y significativas.
El acto de leer involucra a diversas funciones del cerebro, incluidos los sistemas visual y auditivo, comprensión y conciencia fonológica. El lóbulo temporal es responsable de ésta última y de decodificar los sonidos.
El área de Broca, ubicada en la corteza del lóbulo frontal dominante es la que se encarga de la comprensión del idioma. La parte anterior del área de Broca es responsable de la comprensión del significado de las palabras, de la semántica.
La lectura diaria incrementa el intelecto, la memoria, la atención y la concentración; además de que estimula al cerebro y aumenta la conectividad de materia blanca.
Incluso el hecho de leer artículos cortos en periódicos y revistas online tiene sus ventajas, pues te expone a nuevo vocabulario, frases y hechos.
Por último, también ayuda a reducir la reducción cognitiva que avanza con la edad.
Así que, la próxima vez que saques tu smartphone en el W.C., por más tentador que sea hacerle SC Rolls a tu feed de Facebook o Instagram en busca de memes, opta por una lectura que haga de tu santuario de escape, algo productivo para ti.






